Cuando uno compra un felpudo para su casa o una alfombra personalizada para la entrada de su negocio o empresa, no puede caer en el error de pensar que será para toda la vida. Cada cierto tiempo debemos cambiar el felpudo, pero ¿cada cuánto?
Si bien es cierto que los felpudos suelen hacer labor importante durante bastante tiempo, también es verdad que hay que saber cuándo reemplazarlos por uno nuevo. A continuación te daremos las claves para saber cuándo cambiar de felpudo.
Cambiar el felpudo y las alfombras para entradas de edificios
Esta medida de seguridad e higiene es una de las que menos mantenimiento requiere y tal vez por eso también es una de las más descuidadas. De ahí que sea frecuente encontrarse con entradas a hogares, negocios y edificios de oficinas con felpudos o alfombras que no secan bien, se mueven, y no retienen la suciedad que traemos con nosotros adherida a la suela de nuestros zapatos.
Para saber cuándo realizar el cambio de una alfombra de este tipo debemos fijarnos en los signos que presenta, así de sencillo. Reparar cada seis meses en qué estado se encuentra para saber si es necesario cambiarla por una nueva o no. Básicamente porque no existe un periodo de vida útil estipulado, sino que depende del uso que se le de y de la frecuencia de tránsito.
Por ejemplo, las alfombras son una magnífica manera de evitar resbalones en las entradas de los edificios, pero también es cierto que en zonas más húmedas o propensas a las lluvias se estropean antes. La humedad siempre es causa de deterioro.
También dependerá del uso que se le de. Cuando se trata de alfombras personalizadas para negocios el tránsito suele ser constante, sobre todo en épocas como Navidad o rebajas: hablamos de cientos de personas por hora haciendo uso de la alfombra. Tras estas épocas del año conviene revisar su estado para decidir si conviene hacer un cambio o no. Además, suele producirse también el desgaste del diseño (logotipo, claim…) influenciando en la imagen de marca que queremos proyectar.
No obstante, podría decirse que, en el caso de alfombras colocadas en zonas de tránsito y cuyo objetivo es mantener la higiene de edificios, la vida útil suele establecerse entre los 5 y 10 años.
Ahora que tal vez seas un poco más consciente de la necesidad de cambiar periódicamente tu felpudo o alfombra de seguridad, conviene recordar que hasta que llegue el momento también debes limpiarla, sacudirla, etc. Mantener limpio un negocio afecta directamente al número de ventas y al carrito medio de compra; imagina la de suciedad y polvo que acumula en tan solo un mes.