¿Por qué no hacer que las farmacias huelan diferente y nos recuerden momentos agradables a través de fragancias frescas y limpias? Hablamos de la ambientación en farmacias.
Ambientación en farmacias, ¿a qué huelen las farmacias?
Aromas, recuerdos, emociones orientan de diversas maneras la conducta de compra
Un espacio nunca es neutro. Siempre influye en las personas. Especialmente en Retail, el espacio se llena de claves, mensajes y sugerencias que se comunican a los clientes y afectan y dan forma, para bien o para mal, a la conducta de compra.
El ámbito del retail lleva años planificando el entorno de compra, a lo largo de un lay out te puedes encontrar diversos productos y la mayoría de los mismos no provocan en nosotros reacciones tangibles. Percibimos sobre los productos sensaciones más allá de la funcionalidad estricta, y dentro de esta área intangible se encuentra la ambientación.
Estos aspectos sensoriales en el caso de las farmacias pueden ayudar a que alguien que va a por un medicamento, termine llevándose una crema facial u otro producto que le haga sentirse bien, porque el entorno ayuda, la ambientación y las fragancias generan conductas en los clientes. Eso sí, hay que buscar el punto medio que permita buscar esas sensaciones, sin abusar.
Y de los cinco sentidos, el olfato es uno de los más relevantes en la conducta de compra, porque evoca directamente recuerdos, significados y emociones. Y es relevante de dos formas:
Por los olores de los productos en sí mismos. El olor aporta al consumidor una pista para detectar calidad y atributos, especialmente en los productos en los que la fragancia es un componente esencial, como la cosmética. (En el caso de las farmacias)
Por el aroma del ambiente. El olor ambiental ayuda a generar un estado de ánimo positivo, que a su vez contribuye a crear una percepción favorable de la tienda y de los productos que ahí se venden.
Posiblemente sea la fragancia y la ambientación una de las formas más sencillas de mejorar la experiencia del cliente en un entorno sanitario. En el caso de las consultas médicas y , más aún, en las infantiles es básico, ya que ir al médico oliendo a chicle o chuches no es lo mismo que el olor genérico que muchos niños recuerdan y al que tienen pavor. Una experiencia positiva en el médico, el dentista, facilita el recuerdo de la experiencia y lo simplifica.
También marca la diferencia a la hora de captar clientes dentro de este entorno, de la misma manera que lo hace el espacio o la estética que se ha diseñado para el entorno.
Está claro que esto hay que hacerlo de forma sencilla y limitada, ya que olores que a la mayoría les agradan, pueden estimular las compras, en cambio olores desagradables o forzados tal como oler a café en una farmacia no tendría sentido, este tipo de olores desmotivan la estancia y la compra.
Hay que acertar con el odortipo en el lugar adecuado, haciendo que la estancia sea mucho más satisfactoria.
Dar con una fragancia concreta pasa por varios análisis, dependerá de donde está ubicada la farmacia o el centro médico; la ciudad y el campo son entornos muy diferentes.
Hay farmacias que se dedican más exclusivamente a medicamentos, otras que amplían su gama con cremas faciales, hay farmacias o médicos que están orientados a bebes por su localización y son expertos en todo tipo de productos para la infancia.
Dependiendo de cada caso se plantearía una mezcla distinta que oriente al usuario que entra hacia un producto determinado. Aun así, el que el entorno sea agradable hace que la mayoría de las personas permanezcan más tiempo probando y eligiendo y su indicie de satisfacción mejore.
Esto lo estudia cada vez más el neuromarketing olfativo que nos permite a través del olfato determinar sensaciones y recordarlas.